Concepto de
eutrofización
Un río, un lago o
un embalse sufren eutrofización cuando sus aguas se enriquecen
en nutrientes. Podría parecer a primera vista que es bueno que
las aguas estén bien repletas de nutrientes, porque así podrían
vivir más fácil los seres vivos. Pero la situación no es tan
sencilla. El problema está en que si hay exceso de nutrientes
crecen en abundancia las plantas y otros organismos. Más tarde,
cuando mueren, se pudren y llenan el agua de malos olores y le
dan un aspecto nauseabundo, disminuyendo drásticamente su
calidad.
El proceso de
putrefacción consume una gran cantidad del oxígeno disuelto y
las aguas dejan de ser aptas para la mayor parte de los seres
vivos. El resultado final es un ecosistema casi
destruido. |
Contenido de la
página:
Ver
también:
|
Páginas
dependientes:
| Agua eutrófica y
oligotrófica
Cuando un lago
o embalse es pobre en nutrientes (oligotrófico) tiene las aguas claras, la
luz penetra bien, el crecimiento de las algas es pequeño y mantiene a
pocos animales. Las plantas y animales que se encuentran son los
característicos de aguas bien oxigenadas como las
truchas.
Al ir cargándose de
nutrientes el lago se convierte en eutrófico.
Crecen las algas en gran cantidad con lo que el agua se enturbia. Las
algas y otros organismos, cuando mueren, son descompuestos por la
actividad de las bacterias con lo que se gasta el oxígeno. No pueden vivir
peces que necesitan aguas ricas en oxígeno, por eso en un lago de estas
características encontraremos barbos, percas y otros organismos de aguas
poco ventiladas. En algunos casos se producirán putrefacciones anaeróbicas
acompañadas de malos olores Las aguas son turbias y de poca calidad desde
el punto de vista del consumo humano o de su uso para actividades
deportivas. El fondo del lago se va rellenando de sedimentos y su
profundidad va disminuyendo.
Nutrientes que eutrofizan las
aguas
Los nutrientes que más
influyen en este proceso son los fosfatos y los nitratos. En algunos
ecosistemas el factor limitante es el fosfato, como sucede en la mayoría
de los lagos de agua dulce, pero en muchos mares el factor limitante es el
nitrógeno para la mayoría de las especies de plantas.
En los últimos 20 o 30 años
las concentraciones de nitrógeno y fósforo en muchos mares y lagos casi se
han duplicado. La mayor parte les llega por los ríos. En el caso del
nitrógeno, una elevada proporción (alrededor del 30%) llega a través de la
contaminación atmosférica. El nitrógeno es más móvil que el fósforo y
puede ser lavado a través del suelo o saltar al aire por evaporación del
amoniaco o por desnitrificación. El fósforo es absorbido con más facilidad
por las partículas del suelo y es arrastrado por la erosión erosionadas o
disuelto por las aguas de escorrentía superficiales.
En condiciones naturales
entra a un sistema acuático menos de 1Kg de fosfato por hectárea y año.
Con los vertidos humanos esta cantidad sube mucho. Durante muchos años los
jabones y detergentes fueron los principales causantes de este problema.
En las décadas de los 60 y 70 el 65% del peso de los detergentes era un
compuesto de fósforo, el tripolifosfato sódico, que se usaba para
"sujetar" (quelar) a los iones Ca, Mg, Fe y Mn. De esta forma se conseguía
que estos iones no impidieran el trabajo de las moléculas surfactantes que
son las que hacen el lavado. Estos detergentes tenían alrededor de un 16%
en peso de fósforo. El resultado era que los vertidos domésticos y de
lavanderías contenían una gran proporción de ion fosfato. A partir de 1973
Canadá primero y luego otros países, prohibieron el uso de detergentes que
tuvieran más de un 2,2% de fósforo, obligando así a usar otros quelantes
con menor contenido de este elemento. Algunas legislaciones han llegado a
prohibir los detergentes con más de 0,5% de fósforo.
Fuentes de
eutrofización
a) Eutrofización natural.-
La eutrofización es un proceso que se va produciendo lentamente de forma
natural en todos los lagos del mundo, porque todos van recibiendo
nutrientes.
b) Eutrofización de origen
humano.- Los vertidos humanos aceleran el proceso hasta convertirlo,
muchas veces, en un grave problema de contaminación. Las principales
fuentes de eutrofización son:
- los vertidos urbanos, que
llevan detergentes y desechos orgánicos
- los vertidos ganaderos y
agrícolas, que aportan fertilizantes, desechos orgánicos y otros
residuos ricos en fosfatos y nitratos.
Medida del grado de
eutrofización
Para conocer el nivel de
eutrofización de un agua determinada se suele medir el contenido de
clorofila de algas en la columna de agua y este valor se combina con otros
parámetros como el contenido de fósforo y de nitrógeno y el valor de
penetración de la luz.
Medidas para evitar la
eutrofización
Lo más eficaz para luchar
contra este tipo de contaminación es disminuir la cantidad de fosfatos y
nitratos en los vertidos, usando detergentes con baja proporción de
fosfatos, empleando menor cantidad de detergentes, no abonando en exceso
los campos, usando los desechos agrícolas y ganaderos como fertilizantes,
en vez de verterlos, etc. En concreto:
- Tratar las aguas
residuales en EDAR (estaciones depuradoras de aguas residuales) que
incluyan tratamientos biológicos y químicos que eliminan el fósforo y el
nitrógeno.
- Almacenar adecuadamente
el estiércol que se usa en agricultura.
- Usar los fertilizantes
más eficientemente.
- Cambiar las prácticas de
cultivo a otras menos contaminantes. Así, por ejemplo, retrasar el arado
y la preparación de los campos para el cultivo hasta la primavera y
plantar los cultivos de cereal en otoño asegura tener cubiertas las
tierras con vegetación durante el invierno con lo que se reduce la
erosión.
Reducir las emisiones de NOx y amoniaco. |